Pasas De Uva Sultanas
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IVA inc. %22Antecedentes Históricos
Secar las frutas al aire libre, bajo los rayos del sol es uno de los métodos más antiguos de conservar los alimentos, ya sea para transformar las uvas en pasas, o higos frescos, dátiles, damascos y ciruelas en frutas secas.
Las pasas de uva y las frutas secas son alimentos sanos y simples, cultivados por la naturaleza y “hechos” por el hombre, básicamente de la misma forma desde hace miles de años; mucho antes de la producción de otros alimentos congelados, enlatados o procesados.
La humanidad ha disfrutado de las pasas de uva desde los inicios de la civilización.
Los primeros fenicios y egipcios fueron los responsables de la expansión de la popularidad de las pasas de uva en todo el mundo occidental.
Debido a la gran capacidad de almacenaje y la facilidad de transporte, las pasas de uva viajaron con Cristóbal Colón, le hicieron cosquillas al paladar de George Washington en el monte Vernon, ayudaron a incentivar a Robert E. Peary a conquistar el Polo Norte en 1908, y acompañaron al astronauta Scout Carpenter en el espacio en 1962.
Conozca hechos interesantes sobre las pasas de uva y las frutas secas a través de los años en la siguiente línea de tiempo.
35.000.000 AC: Vitis sezonnensis es el nombre botánico de la primera parra conocida, que florece en el sur de la región francesa.
Luego, la parra evoluciona y se transforma en Vitis vinifera, que es la variedad más cultivada en la actualidad.
6000 AC: Para este entonces, se cree que el cultivo de uvas comienza en Transcaucasia (en la actualidad los países de Armenia, Azerbaiján y Georgia).
También es el florecimiento de la ciruela y de la producción de ciruelas secas.
Las personas parecen estar descubriendo que las frutas secas tienen un sabor y una dulzura más intensos que las frutas frescas.
4000 AC: Aproximadamente para esta época, el cultivo de la uva se expande a la región de Tigris y Éufrates (actualmente Irak).
Se comienza a desecar las uvas y otras frutas cultivadas en la región, como los higos y los dátiles.
2900 AC: Los higos se convierten en un cultivo básico de los sumerios bajo el Rey Urukagina
2440 AC: Para este entonces, el cultivo de la uva comienza en la región delta egipcia, conmemorada en el tallado, en los mosaicos y pinturas de los templos.
Los higos también lograron aprobación como alimento en toda la región del Nilo, donde eran incautados como trofeos de guerra y se utilizaban como ofrendas para los muertos.
2000 AC: Durante la Era de Bronce, las uvas se consumían en los hogares, como lo comprueban las semillas encontradas en las ruinas de las moradas de lo que en la actualidad es Suiza. Aproximadamente en el mismo período, los asirios comenzaron con la producción de higos.
1700 AC: “El Poema de Gilgamesh” aparece en esta época, es un rico poema que hacía mención a las uvas y a los viñedos en la antigua Sumeria, también conmemoraba las aventuras del histórico Rey de Uruk.
En la actualidad se lo considera la historia escrita más antigua sobre la faz de la tierra.
1600 AC: Expansión de los higos. Se expanden más allá del Cercano Oriente, en la región mediterránea, y se radican en Creta.
1500 AC En toda la India, Persia y Arabia, la gente amplía su conocimiento sobre las frutas secas, que comienzan a aparecer en las cocinas así como en el folklore, incluso en la famosa colección de historias.
1000 AC: La Biblia, en el primer escrito menciona las pasas de uva durante la era del Rey David (I Samuel 25:18 y 30:12, II Samuel 16:1, y I Crónicas 12:40).
900 AC: Un soldado romano o un comerciante fenicio introduce a través de Italia una nueva variedad de uva en Iberia y Africa del Norte. Es la moscatel, que probablemente se originó en Grecia y luego se hizo popular en toda Alemania y la Francia romana.
500 AC: Las uvas secas se conocen como “pasas” (“currant” en inglés, deformación de “Corinto”) a medida que el cultivo avanza de Tracia a Corinto, Grecia.
Allí, el dios Dionisio (luego conocido como Baco en Roma) se convierte en deidad, patrono de las viñas y del vino. Los higos obtienen popularidad como una exquisitez de la época; de hecho, alcanzan talla olímpica, son codiciados como premios en los antiguos juegos Olímpicos, sus hojas adornaban las guirnaldas que se usaban como coronas para los ganadores de las competencias.
400 AC: Los pueblos de Armenia están repletos de pasas de uva, de acuerdo con el Análisis de Jenofonte, la narración del feliz escape militar de los griegos de los brazos enemigos. Durante ese período, los higos se vuelven un artículo básico en la cocina griega, los atenienses se autodenominan “los amigos del higo”.
218-203 AC: Uno de los líderes militares más importantes en la historia, el general cartaginés Aníbal toma a los romanos desprevenidos durante la Segunda Guerra Púnica al cruzar los Alpes con tropas cuyo único alimento era nada más y nada menos que pasas de uva.
154 AC: La antigua Roma no puede obtener suficientes pasas de uva. Las pasas de uva se utilizan como premios en las competencias atléticas, pago de los impuestos, cura médica general y moneda de trueque. (Según la leyenda, dos frascos de pasas de uva podían canjearse por un niño esclavo).
Los romanos festejaban con pasas de uva en proporciones bacanales.
37-29 AC: Virgil escribe sus Geórgicas, cuatro libros en latín sobre agricultura. En ellos, realza los poemas sobre las pasas de uva.
77 AD: El enciclopedista romano Plinio el Viejo escribe su historia de Ciencias Naturales, 37 volúmenes de consejos prácticos como el uso y almacenaje adecuado de las uvas y el valor “curativo” de los higos.
92: Se evita el exceso de uvas. La producción de uvas se vuelve tan predominante en el Imperio Romano que el Emperador Domiciano decreta que la mitad de los viñedos fuera de la península italiana debían ser arrancados de raíz.
100: El gran glotón Marco Gavio Apicio es el primer autor en el viejo mundo en escribir un libro de cocina. Incluye recetas para un pequeño suflé de pescado y carne de ternera frita, ambos con pasas de uva como ingrediente clave.
200: La producción de viñedos se extiende hasta Galia (Francia) y la región del río Rin.
1000: Los vikingos que llegan a la costa del Labrador observan las uvas silvestres que crecen en el área, y bautizan el lugar “Vinland.”
1095-1291: Tan buenas como el oro. Durante las Cruzadas, el comercio entre Europa y otras partes del mundo aumenta drásticamente. ¿Entre los alimentos? Pasas de uva, por supuesto.
1293-1294: Prueban una y otra vez. Marco Polo exporta semillas de dátiles a India, donde su propagación es finalmente un fracaso.
1300: A medida que el comercio de pasas de uva en Europa florece, los deliciosos platos como “potaje” y “frumenty” (carnes o pescados combinados con pasas de uvas) adquieren popularidad en todo el continente.
1374: Inflación de las pasas de uva. Los precios de las pasas de uva se fueron por las nubes en Inglaterra, a 2,75 peniques por libra.
1400: Abundancia de pan con pasas de uva. En Alemania, es el pan de Navidad llamado stollen. En Italia, panettone. Y en Rusia, el pan de Pascuas adornado con pasas de uva se llama kulich.
1492: Los navegantes, incluido Cristóbal Colón, descubren que las pasas de uva son el acompañamiento perfecto para las travesías por los grandes mares, ya que se conservan en buenas condiciones por mucho tiempo. Las pasas de uva se encuentran entre las raciones de los que están a bordo de la Niña, la Pinta y la Santa María.
1513: Los españoles comienzan a importar árboles con frutas aptas para secar a las Indias Occidentales. Años más tarde, los árboles frutales llegan a México y al suroeste de Estados Unidos.
1592: Pasas como moneda corriente: Los mercaderes de Londres solicitan a la Reina Elizabet I alquilar los servicios de la Compañía comercial de Levante, que obtiene el derecho exclusivo del comercio de las pasas.
1595: Al incorporar pan rallado, aguardiente y huevos a las pasas de uva u otras frutas secas del “frumenty,” nace el tradicional “budín de ciruelas” inglés. Más al sur, España perfecciona la producción de vinos secos y dulces a partir de las pasas de uva.
1610: Debut de “Un cuento de invierno” de Shakespeare, con menciones de un festival de esquileo de ovejas con celebración que incluye “cuatro libras de ciruelas secas, pasas de uva y sol.”
1615: Cervantes escribe la segunda parte de Don Quijote, una de las primeras novelas escritas en un idioma europeo moderno (español). En ella, hace referencia al pago de un traductor árabe con pasas de uva.
1619: Los primeros intentos por establecer viñedos en Virginia son un fracaso, a pesar de la importación de especialistas franceses para ayudar en la industria.
1630: Misioneros españoles en Pueblo Senucu, próximo al actual Socorro. Nuevo México planta el primer viñedo en lo que se transforma en la Tierra del Encanto.
1649: “Cocina francesa”. Los europeos que desembarcan en Nueva Francia (que pronto se convierte en Nueva Inglaterra) observan que los nativos estadounidenses disfrutan de algo que comen con el maíz: frutas secas.
1678: Londoner y Deacon John Bunyan, quienes publican el Progreso del Peregrino este año, una alegoría religiosa que pregona las pasas de uva como una “comida sencilla” para los viajeros.
1683: Torta frutal festiva. Los austriacos encuentran la generosidad de la fruta del Medio Oriente cuando los turcos invaden Viena. Para celebrar su supervivencia, los vieneses sirven una rosca vienesas, o “gugelhupf”, con un relleno de pasas de uva, cáscara de limón y naranja, almendras y especias, durante la mañana de la Navidad.
1700: Surge el “Comercio triangular”, el intercambio de productos entre América, Africa y Europa. Además del azúcar, el ron y los esclavos, las pasas de uva son un producto básico en este comercio.
1736: El rey polaco Stanislas Lesczynska, conocido como el rey sin reino, es exiliado a Francia. Allí, crea el “baba”, un pan con pasas de uva, que se come como postre.
1754: George Washington comienza su larga residencia en el Monte Vernon, donde las pasas de uva son un clásico a la hora de la cena. Su esposa Martha prepara un “caldo de ciruelas” hecho de huesos con tuétano, pan, azúcar, pasas de uva y grosellas. Su esposo lo llama “el mayor éxito de la Sra. Washington desde nuestro matrimonio.”
1769: Botella de vino, fruto de la vid. Los misioneros españoles desembarcan en San Diego, California, con dátiles “higos Mission” y uvas maduras para desecar. Las uvas y las ciruelas autóctonas también se utilizan para hacer ciruelas secas, pasas de uva y vino sacramental.
1800: La cocina es el centro de las tareas domésticas en Estados Unidos e Inglaterra, y los libros con instrucciones de cocina imparten información de gran valor. Los libros de cocina recomiendan la inclusión de las pasas de uva en distintos platos. En la soleada cadena misionera de California, la producción de frutas prospera.
1838: El inicio de la comercialización. El ex cazador de pieles de Kentucky William Wolfskill emigra a California, y planta el primer viñedo de uvas de mesa, cerca de Los Angeles. Envía sus uvas a los mineros de oro del norte de California al precio de un “bit” (doce centavos y medio) por parra.
1861-1865: Hay escasez de huevos durante la Guerra Civil, por lo tanto las “tortas de guerra” sin huevo obtienen su sabor de las pasas de uva. Las pasas de uva también endulzan la bebida preparada para alimentar a los soldados en el campo de batalla.
1872: El productor de uvas William Thompson del Condado de Sutter, California, importa un gajo de uva sultana sin semillas del vivero Almira & Barry de Rochester, Nueva York. Su presciencia se ve recompensada cuando la sultana es la única parra que sobrevive a las inundaciones invernales repentinas.
1873: La propagación comercial de las uvas sin semillas de William Thompson comienza en California. En el condado de Fresno, una gran cantidad de arbustos se secan por accidente, dando origen al primer cultivo comercial de pasas de uva. Se lleva a San Francisco y se vende como una “exquisitez peruana”.
1875: Thompson lleva sus uvas sultanas a una competencia agrícola local. Sin conocer su nombre formal, las apoda “las Thompson sin semilla”. El apodo es bien aceptado, y las uvas sin semillas Thompson se convierten en la base de la industria de uvas y pasas de uva de California. De estas uvas con piel delgada, sin semillas y plenas de sabor, se obtienen las mejores y las más prácticas pasas de uva.
1880: A un precio de $3 a $20 el acre, la tierra económica y un clima árido fijan el marco para la gran producción de pasas de uva en California, en la región al este de Los Angeles y en el valle San Joaquín. El valle llega a ser la zona de producción más importante de todos los Estados Unidos.
1881: Los primeros armenios llegan al condado de Fresno y traen con ellos una vasta experiencia en la producción de pasas de uva. Entre otras importaciones de California podemos mencionar los higos de Esmirna, sabrosísimos, que imponen un dilema para los productores e California. Los árboles parecen sanos pero no dan frutos maduros.
1900: La producción de pasas de uva supera las fronteras del Mediterráneo y de California, llega a Australia y a Chile. La industria de higos de California ingresa en un período de medio siglo de producción pico. El viverista George Roeding soluciona el problema del higo de Esmirna introduciendo el blastofaga (avispas del higo) en el condado de Fresno. Este insecto transfiere el polen, lo que promueve una propagación y comercialización exitosa del higo de Esmirna, también conocida como el higo Calimyrna.
1900-1904: Robert Falcon Scott emprende sus expediciones a las regiones del Polo Sur. Incluye pasas de uva en sus provisiones.
1908-1909: Durante la exitosa conquista de Robert E. Peary del Polo Norte, el penmican (brebaje nativo americano de carne y fresas desecadas, y grasa) junto con las pasas de uva lo ayudan a seguir adelante.
1914-1918: Durante la Primera Guerra Mundial, las “tortas de guerra” ganan popularidad nuevamente, junto con las tartas de “carne” picada con pasas de uva. La uva desecada también se hace popular como alimento fácil de transportar y de gran durabilidad para las tropas aliadas.
1942: Con la creciente demanda de alimentos altamente energéticos y los sustitutos de los azúcares durante la segunda Guerra Mundial, la Junta de Producción de Guerra solicita que toda la producción de uva para vino de California se utilice para pasas de uva.
1949: Los niños que viven en la aislada ciudad de Berlín enloquecen con los paquetes de pasas de uva que arrojan los aviones que participan en el puente aéreo de Berlín. Estos aviones se hacen conocidos como los “bombarderos de pasas de uva.”
1962: El astronauta Scout Carpenter mastica una confitura tipo granola rellena con pasas de uva, y se convierte, de ese modo, en la primera persona en llevar y consumir pasas de uva en el espacio exterior.
Hoy: Compuestos químicos poli fenólicos. Se encuentran en altas concentraciones en las uvas y en los vinos, son uno de los ingredientes dietarios más mencionados en la actualidad. Desde la época romana se ha creído que promueven la buena salud. Los investigadores modernos continúan estudiando los compuestos poli fenólicos para analizar las propiedades antioxidantes, entre otras.
Variedades
Son el fruto de la vid sometido al desecado, éste puede ser natural, al sol o en secaderos ventilados, y también puede obtenerse utilizando instrumentos o maquinaria de deshidratación.
Con ello se consigue una fruta con mayor concentración de sabor y de azúcar, son frutos muy dulces que prolongan su conservación gracias a la reducción de agua.
El término ‘pasa’ proviene del latín passa derivado de pandĕre, que significa tender o extender, procedimiento que se realiza para el secado de la fruta.
Generalmente se reconoce como pasa a la uva, pero también las ciruelas secas o deshidratadas se definen como ciruelas pasas, incluso en algunas regiones se definen a los higos secos como higos pasos.
Se utilizan distintos tipos de uvas para hacer las pasas originarias de diversos países, son en general uvas con poca acidez, dulces, de tamaño pequeño y sin semillas.
Es interesante conocer y distinguir las uvas pasas, pues como comentamos, cada una aporta sus características a las elaboraciones culinarias en las que vayamos a emplear las pasas.
Pasas de Corinto: Son uvas negras, sin semillas, originarias de Corinto (Grecia). Son muy aromáticas y de tamaño muy pequeño.
Pasas Sultanas: Son uvas blancas, sin semillas, procedentes de Esmirna (Turquía), son muy dulces y por ello, muy utilizadas en las recetas de postres y repostería.
Pasas de Moscatel: También denominada uva Málaga, son las pasas elaboradas a partir de la variedad de uva moscatel. Son carnosas, de tamaño grande, intensamente dulce y aromático. Pueden presentarse con pedúnculo y con semillas.
Aroma y Sabor
Las pasas negras no tiene una acidez pronunciada, algunas pasas rubias pueden, dependiendo de su origen ser más dulces o acidas, presentan, de acuerdo con su origen una gran gama de sabores que van desde manzanas y cítricos hasta miel y caramelo.
Se pueden apreciar una gama de sabores desde lo cálido y suave con taninos dulces y agradables, más o menos intensos, dependiendo de la variedad con reminiscencia de algunas especias.
Composición porcentual
Durante la desecación de la fruta fresca, su contenido en agua se reduce, lo que da lugar a la concentración de los nutrientes.
El valor calórico de las frutas desecadas es elevado (desde las 163 calorías cada 100 gramos de las uvas secas a las 264 calorías de las uvas pasas) por su abundancia en hidratos de carbono simples.
Son fuente excelente de potasio, calcio, hierro y de provitamina A (beta-caroteno) y niacina o B3. La vitamina C, en mayor cantidad en la fruta fresca se pierde durante el desecado.
Constituyen una fuente por excelencia de fibra soluble e insoluble, lo que le confiere propiedades saludables para mejorar el tránsito intestinal.
El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
El beta-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
La vitamina B3 o niacina interviene en distintas fases del metabolismo y aprovechamiento de los hidratos de carbono, ácidos grasos y aminoácidos entre otras sustancias.
Composición por 100 gramos de porción comestible
Calorías 263,9
Hidratos de carbono (g) 66,5
Proteínas (g) 2,5
Fibra (g) 6,5
Potasio (mg) 630
Hierro (mg) 2,7
Magnesio (mg) 36
Calcio (mg) 40
Provitamina A (mcg) 5
Vitamina C (mg) 0
Niacina (mg) 0,5
mcg = microgramos
Conservación
Cuando compramos uvas pasas, a pesar de que se trate de una fruta parcialmente deshidratada, no debe mostrarse excesivamente arrugada y seca, resultan más sabrosas las que son carnosas, brillantes y emanan su aroma.
Para conservarlas procurando mantener sus cualidades, conviene guardarlas en tarros con tapa hermética, en un lugar fresco y seco, preservado de la luz.
Cocinar con Pasas de Uva
Las uvas pasas son más que deliciosas y se pueden consumir solas o en diferentes postres y preparaciones agridulces.
Algunas de las opciones más destacadas para disfrutar de las pasas de uva son: acelgas rehogadas con pasas y patatas; solomillo de cerdo con pasas y piñones; helado de coco y pasas; arroz con naranja y pasas; fideos con nueces y pasas de uva; manzanas asadas con pasas; budín de pan con pasas y chips de chocolate; canelones de puerro, pollo y pasas; pie de manzana y pasas; bacalao con nueces y pasas; empanadas de carne y pasas de uva; pan dulce genovés, cuscús; arroz tropical; torta de zanahorias con pasas de uva, etc.
Consejos y Trucos LT
Existen diferentes formas de comer las pasas de uva en ayunas.
Una opción sencilla es comerlas crudas, acompañadas con un vaso de té o con alguna de tus infusiones preferidas.
Otra opción algo más laboriosa, pero mucho más beneficiosa, es optar por ponerlas en remojo durante algunas horas, lo que a su vez te permitirá disfrutar de las cualidades que te aporta el agua de pasas de uva.
Para ello tan sólo tienes que calentar un poco de agua, y añadir el equivalente a la mitad de una taza de pasas de uva. Deja en remojo durante 15 minutos. Luego lava bien las pasas de uva con agua limpia y fría. Pon en un cazo una taza de agua y deja que hierva. Mientras, coloca las pasas de uva lavadas en la taza, y cuando el agua comience a hervir añádela a la taza donde se encuentras las pasas de uva. Deja en remojo durante 24 horas.
También puedes optar por acompañar las pasas de uva con un yogur natural.
Es tan sencillo como añadir el yogur a un bol e incorporar por encima un puñadito de pasas de uva. ¡Se convierte en un maravilloso desayuno!
Usos medicinales y Otros
Son totalmente energéticas: contienen todos los nutrientes que ofrecen las uvas, pero más concentrados. Ofrecen un alto nivel de carbohidratos de absorción rápida y el 70% es fructosa. Son recomendadas para los niños y los adolescentes porque aportan mucha energía, también se aconsejan en los deportistas lo que hacen mucho esfuerzo físico a diario.
Tienen a su vez un gran valor energético. Sirven para tratar la anemia al aportar hierro, cobre y manganeso. También se recomiendan para aquellos que necesitan subir de peso.
Fortalecen el sistema nervioso: son un alimento vigorizante y reconstituyente, con altas dosis de minerales y vitaminas (del grupo B). Son muy buenas para los que padecen de agotamiento físico, estrés o fatiga crónica.
Son adecuadas para los estudiantes y los ancianos, porque mejoran las funciones cerebrales y evitan problemas de pérdida de memoria.
Son una gran fuente de flavonoides, antioxidantes y miricetina, que puede proteger contra la enfermedad de Alzheimer.
Tratan el estreñimiento: comer uvas pasas es ideal para la constipación debido a sus suaves propiedades laxantes, sus ácidos orgánicos, la fructosa y la pectina.
Este último ayuda a limpiar el intestino y a formar heces más voluminosas. Previenen el cáncer de colon.
Buenas para la vista: contienen Fito nutrientes, adecuados para cuidar la salud de los ojos. Protegen la vista de los efectos de la oxidación y el paso del tiempo, mejorando la circulación de la sangre y nutriendo los capilares. Son perfectas cuando hay cansancio en la vista, glaucoma, ceguera nocturna y cataratas.
Remineraliza los huesos: las uvas pasa tienen altas dosis de calcio y magnesio, nutrientes muy importantes en el desarrollo óseo. Protegen de la osteoporosis y mejoran la salud de las articulaciones. Están aconsejadas para las mujeres durante el embarazo o la etapa de lactancia, momentos en los que las necesidades de calcio son mayores.
También puede ayudar a las personas con artritis o artrosis (porque a su vez tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias).
Son adecuadas para reducir los efectos nocivos o exceso de proteínas de los alimentos “descalcificantes” como son las gaseosas cola o el café.
Tienen propiedades afrodisíacas: en varios países, las pasas de uva son consideradas como un potente afrodisíaco, por ello es que se incluyen en muchos postres y dulces. Esto se debe, principalmente a sus propiedades energizantes y sus dosis de un aminoácido (arginina) relacionado al aumento de la libido sexual, tratando la impotencia y la infertilidad.
En el Antiguo Egipto se hacía una mezcla de uvas pasas y miel para los encuentros íntimos.
Tratan la fiebre: esto se debe a que contienen más ácidos orgánicos que las uvas frescas, aportando todas sus propiedades refrescantes para reducir la fiebre. También aportan propiedades antibióticas y ayudan a tratar las infecciones.
Reducen el apetito: si bien se dice que las pasas de uva no están “permitidas” en las personas obesas por sus calorías, está comprobado que es todo lo contrario, ya que reducen el colesterol y el apetito, así como también aportan saciedad. Además, son un remedio natural para evitar la ansiedad por comer golosinas o cosas dulces. Es preciso consultar con un médico porque tienen mucho azúcar.
Neutralizan la acidosis: es un estado en el que la acidez de la sangre aumenta, así como también los gases del sistema respiratorio, algo muy dañino para nuestro cuerpo porque puede generar cálculos renales, gota, tumores, cáncer, artritis, pérdida de cabello o enfermedades de la piel. Las pasas de uva tienen mucho potasio y magnesio y sirven para neutralizar el desarrollo de estos ácidos.
Ayudan en el cuidado dental: uno de los compuestos de las uvas pasa es el ácido oleanólico, que desempeña un rol fundamental en la protección de los dientes contra las caries, sensibilidad y la fragilidad de las piezas dentarias.
Impiden el crecimiento de las principales bacterias responsables por las caries y la placa. Además, al tratarse de un alimento con mucho calcio, evita roturas o daños en el esmalte de los dientes.
Garantizan una buena salud cardíaca: la catequina es un antioxidante presente en las pasas de uva, la cuál es muy eficaz para eliminar el colesterol y limpiar las arterias, evitando problemas cardiovasculares. También sirven para regular la presión arterial (ideal para los que sufren hipertensión) y ayudar en la buena circulación.
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