Anis Semillas Tradicional

El uso de semillas de Anís se remonta al Antiguo Egipto hacia el año 1500 a.C.
En el siglo VI, Pitágoras sostenía que la hierba podía prevenir trastornos estomacales, útil en el tratamiento de picaduras de alacrán, mientras que otros creían en sus virtudes como diurético y facilita la buena respiración en aquellas personas con problemas pulmonares.
El aceite de anís se consideraba eficaz en el tratamiento de la pediculosis, mientras que su semilla era un excelente cebo para ratones y otros roedores.
No fue sino hasta la Edad Media que los romanos comenzaron a utilizarlo como saborizante en sus comidas.
Un uso medicinal frecuente fue mezclarlo con miel y vinagre, hervidos para elaborar un tónico para el tratamiento del dolor de garganta.
Durante el reinado del Rey Eduardo I, que comenzó en 1305, las semillas de anís se fiscalizaban a su paso por el puente de Londres.
En la época de Eduardo IV se utiliza para perfumar prendas de la realeza.
En 1619, la Asamblea de Virginia decretó que cada hogar debía plantar al menos seis semillas de anís en ese año y repetir las siembras al año siguiente de las semillas producidas de este modo.

VARIEDADES

Son muchas las variedades, pero las más conocidas son:
Anís simple, (Pimpinela anisum): Es el más comercial.
Anís estrellado (llicium verum): Originario de China, también conocido como Anís de China o anís chino: Es el más cotizado y utilizado por sus propiedades curativas debido a que tiene un elemento activo denominado acetol, pero debe ser tomado con precaución.
Se utiliza en la cocina oriental en platos exóticos y es la base de un medicamento contra la gripe aviar.
Anís de licores: Requerido para uso industrial en la fabricación de la bebida alcohólica llamada anisado.

Mantener en recipientes herméticos en un lugar fresco y oscuro, alejado de los vapores de la cocina.

El aroma y el sabor del anís recién molido, es fuertemente dulce, aromático, licorizado, frutal, alcanforado y poco retrogusto perceptible.

El anís tiene un sabor dulce, agradable, bastante parecido al hinojo, otra especia que contiene principios similares, aunque es algo más dulce que esta.

Los frutos secos (semillas) le proporcionan un toque aromático debido a su esencia que esta formada principalmente por anetol, un compuesto que además de resultar aromático es muy dulce.

Se ha comprobado que el anetol tiene mucho mas poder edulcorante que la propia azúcar, de ahí que cuando masticamos el fruto del anís resulte tan dulce.

Sus semillas se utilizan como condimento en panadería y repostería, en la elaboración de licores (anís, anisete) así como en algunos currys y platos de marisco.

Todas las partes vegetales de la planta joven son comestibles.

Se utiliza como especia en preparados como la sopa francesa de bullabesa.

En España, destacan las rosquillas de anís, los rollos de anís, los pestiños andaluces o las tortas de matalauva.

En Inglaterra, se fabrican las bolas anisadas, un dulce redondeado en cuyo interior hay un fruto entero.

En Italia, se utiliza para dar sabor y aroma las “pizzeles”, muy populares durante las Navidades, a las “gotas de anís” o a las “tartas de anís”.

En Alemania se confecciona el anisbrod o “pan de anís”, un tipo de pan que contiene este fruto.

En Argentina se elaboran las “tabletas mendocinas”.
Los frutos de esta planta se incluyen en muchos embutidos a los cuales les proporcionan sabor y aroma.
Las semillas se emplean para aderezar los platos de carnes grasas.
El anís forma parte de muchas salsas como el curry o la salsa hoisin. Esta ultima también se llama salsa de barbacoa China, que se utiliza en la cocina de este país para aderezar el marisco y las carnes grasosas como el cerdo o el pato.

Además de utilizarse en las comidas, la esencia de los frutos del anís forma parte de muchas bebidas a las cuales aportan su aroma y dulzor. Esta esencia se obtiene mediante destilación de los frutos con vapor de alcohol.
El vapor caliente de alcohol arrastra la esencia que se mezcla con otros componentes para la elaboración de bebidas alcohólicas en muchos lugares del mundo.
El más importante de todos es el anisette (tal como se le llama en Francia) o anisado.

Un licor de anís casero se puede preparar con 40 gr de semillas bien molidas, 1 gr de canela y 500 gr de azúcar, puesto todo en 1 litro de aguardiente, dejando macerar 6 semanas y filtrando antes de tomarlo.

Se utiliza la semilla.
Es carminativo, favoreciendo la digestión, mejora el apetito, alivia los cólicos, náuseas y flatulencias.
El agua de anís estimula la producción de leche en las madres lactantes
El aceite de anís ayuda a aliviar los cólicos, y espasmos estomacales.
Es muy valioso contra la tos fuerte y seca, con expectoración difícil, así como problemas respiratorios asociados a la gripe.